23 de noviembre de 2012

Ni la desdicha ni la desolación...

Veintitrés de Noviembre del 2012, hoy es unos de esos días en los que la maldad del mundo colisiona de golpe y uno se siente atormentado por sus demonios. Han sido años, meses y días difíciles estos. El día de hoy estoy luchando contra la desintegración familiar, contra la desconfianza que siento por el prójimo y el aterrador futuro que está al acecho.
El próximo Jueves 1ro de diciembre regresa el PRI al poder; regresamos, si, regresamos, damos la espalda al progreso, “de-evolucionamos”. Vamos directo a las fauces del monstruo neoliberal, directo a la vida empobrecida, a la miseria y el sufrimiento en medio de celulares lujosos y comodidades banales de alta tecnología. La civilización se desmorona y sus miembros no pueden escuchar el estruendo de los palacios cayendo hacia la ruina, ensordecidos y cegados por pequeñas pantallas resplandecientes. 
¿Qué significa ser feliz en este mundo? ¿En qué momento la realidad se tornó tan macabra y desoladora? Envidiaría a los muertos si no fuera porque creo que la vida se extingue en un mar de infinita inexistencia. ¿A dónde irá a parar el mundo?
Aún cuando quiera mirar a otro lado, e ignorar la titánica desesperanza que se avecina la cotidianidad me rompe el corazón. Mirar todos los días los rostros de la mediocridad, tratar con la juventud que lo único que añora o sueña es seguir viviendo en su fantasía, en la comodidad de la ignorancia; lo peor es que se lo llevan a uno entre las patas y no queda otra que navegar con la bandera de la desconfianza.
Ahora ya ni siquiera puedo buscar refugio y aliento en mi hogar. Mi familia se cae a pedazos y se desgarra junto con mi corazón. Ahora entiendo por qué sufrí tanto y por qué tuve tantos problemas con mi autoestima, ¿cómo tener sentido de la seguridad en un hogar así?
Por ahora sólo me quedan mis amistades a quienes amo profundamente, y también me tengo a mi mismo, yo, quien logró ser quien quería ser y mucho más y que aún puede mejorar y quien aún tiene miles de cosas por hacer. Si, si, la vida, el mundo, la realidad son realmente horrendos, pero no dejare que ni siquiera eso me detenga. Ni la desdicha ni la desolación lograrán quebrarme. Que viva el punk, que viva el amor y que viva yo. ¡Estoy vivo hijos de puta!

9 de agosto de 2012

De Glum Yenereishon

Discusión y opiniones varias de reconocidos darks de antaño añejo de antes. Publicados en la revista Details, revista sobre moda y variedad del gabacho, edición que vio la luz en el ya lejano Julio de 1997 cuando Trent Reznor y Marilyn Manson caminaban sobre la tierra estremeciendo a los darks del mundo y meses antes de que Rozz Williams se colgara accidentalmente en su apartamento.


Está bien chido como ninguno se pone de acuerdo y cada quien tiene diferentes percepciones del gótico. ¡Y es qué así es como es, caray! También está chido el maltrato psicológico que le propina Siouxsie a Robert Smith y el desprecio de Daniel Ash hacia Specimen, aquella horrible banda de homosexuales que en su momento llegó a lucir en mis playeras.

Al ver la ultima página pensé: “¡Ah, como extraño mi Goth Box!”; al respecto déjenme decirles que la adolescencia es una etapa muy confusa en la que uno es, por regla, de mente maleable. Fueron los falsos profetas del gótico quienes me orillaron a confeccionar parches de Specimen y vender mi preciosísima Goth Box, compilación de la aclamada Cleopatra Records que recomiendo ampliamente la cual conjunta al gótico de ayer y hoy (léase hoy como 1996), desde el antiquísimo lado B de Bela Lugosi's Dead hasta el cheesy Gothic Rock de Brotherhood of Pagans, todo ello muy padre.









"Lamassu"



"Lamassu" por Kublecito, lapicero sobre papel chafita.

De las relaciones humanas, parte 1

Todo mundo tiene "personalidades" diferentes en función a las personas con las que está, creo que eso es un hecho. Hay cosas que conviene que ciertas personas no sepan de uno. Pero en cierta medida se supone que las personas más allegadas a uno lo conocen mejor.

En mi caso no es así, y por supuesto no creo que sea un caso aislado, ¿cuántas personas guardan oscuros secretos y viven vidas múltiples? un chingo. Pero qué pasa cuando uno no guarda secretos, cuando uno es honesto y sincero, cuando uno está dispuesto a que otros lo conozcan a fondo y aún así hasta las personas más cercanas ignoran o dan cosas por sentado.

Se justifica, claro, porque conocer a alguien puede resultar bastante difícil y lo cierto es que implica dedicar tiempo a otro ser humano y si a veces uno no es capaz de manejar su propia vida y resolver conflictos existenciales sería demasiado pedir adentrarse en la vida de otro. Sería sobrecogedor. También hay cosas que uno, quitado de la pena, mostraría a otros pero estos no lo verían con tan buenos ojos o de plano no lo entenderían o tolerarían siquiera.

Eso está en parte chido, porque te cuestionas sobre quien realmente te aprecia y quien tiene cierto nivel de dedicación a ti. No me consterna, sino que me cae de extraño quién me conoce y quién no. Puedo decir con seguridad que, por ejemplo, mi familia no me conoce y solamente el lazo sanguíneo nos une... Aún no me decido si eso es algo, por así decirlo, bello o falso. Quizás ambos. Es bello que esté ese código de la ayuda y el cariño incondicionales pero es falso porque no existe un interés real en el otro... al menos así es como lo veo.

En fin, yo no estoy seguro de qué tanto conozco a la gente, suelo mantenerme al margen de nuevas relaciones. Muchas veces también doy cosas por sentado y prejuzgo a la gente, aunque por lo general me doy cuenta de que siempre tuve razón cuando inevitablemente convivo con alguien de manera constante y llego a formar ciertos "lazos" y debo decir que es una decepción tras otra, es la misma persona tediosa y común tras otra, muchos de ellos, quizás, bien intencionados y de buen corazón (algo de lo que no estoy 100% seguro) pero sin nada fuera de lo común. Muchos resultan ser peor que tediosos, gente sin ética ni escrúpulos que hace de la mentira y la hipocresía su forma de vida.

Ahí es donde pierde uno la confianza y se debate entre la incomoda y hasta "peligrosa" tarea de formar lazos con gente nueva y el deslizarse lentamente hacia la demencia que la soledad provoca. No, no me volveré loco, no estoy solo, pero si estoy en alguna parte entre ambos extremos que no resulta tan cómoda.

Tal vez exijo demasiado. Pero honestamente lo merezco. 

30 de junio de 2012

Reflexión pre-electoral

La realidad, al día de hoy en México, está centrada en una pugna entre dos entidades. Está aquella que ha perdurado por generaciones y dominó al país durante casi 3/4 del siglo pasado bajo el pendón de la represión, la injusticia y la imposición, aunada a los últimos 12 años que han cobrado la vida de más de 60,000 mexicanos y ha mermado la calidad de vida de los que aún viven, arrebatándoles toda esperanza de tener una vida digna. Está la otra, que busca la justicia social, la paz y el bienestar de los mexicanos por el camino de la honestidad de forma desinteresada, una búsqueda propulsada por el simple amor al pueblo mexicano y la integridad moral e ideológica. Vamos, sin sonar mamila, el día de mañana se librará una batalla entre la maldad pura y la bondad que nos confiere nuestra humanidad. 

 La lucha ya no es exclusiva de los candidatos a la Presidencia de la República; el Pueblo de México se encuentra fragmentado, cada quién afiliado a sus ideas, aunque por diversas causas: por convicción, por engaño, por la falta de escrúpulos, por conformismo o por anhelo y esperanza.

La tensión ya es demasiada, en todo el País innumerables delictos electorales perpetrados por el Partido Revolucionario Institucional han sido descubiertos (y los que faltan), la violencia en la forma de atentados y enfrentamientos brota a lo largo y ancho de la República, las redes sociales están, ahora más que nunca, plagadas de información (y desinformación) respecto a las elecciones, además de ataques y mensajes disparados a todas partes sin piedad en un último intento por ganar votos por la vía "legal".  Las instituciones han abandonado a la gente, quien, en su mayoría, considera probable otro fraude electoral. En algunos casos la confianza entre los ciudadanos se ha perdido por completo y en otros se ha reforzado como nunca. Pero actos sin precedente que persiguen la democracia representan, ya no un atisbo, sino un intenso brillo de esperanza. 

Lo cierto es que sea cual sea el resultado de las elecciones de mañana el descontento social no se hará esperar y si bien el pacto de civilidad es respetado por los candidatos a la presidencia, es probable que no sea respetado por el Pueblo Mexicano. La incertidumbre es sobrecogedora, el día de mañana y los días subsecuentes se hará historia, y de nosotros, la banda, depende.

12 de junio de 2012

Del amor y chingaderas varias

Lo cierto es que son las 11:11 de la noche, mañana tengo clase tempra y debo de terminar de resumir un artículo sobre bacterias a base de Arsénico en sustitución al Fósforo, MUY DIVERTIDO. Pero aquí estoy pensando, por quincuagésima vez en mi corta existencia, en el amor, y proponiéndome a escribir al respecto porque ya no me lo puedo sacar de la cabeza. Y es que es una locura, porque no sé NADA al respecto. Y antes que nada, debo aclarar que no me refiero al amor familiar, ni a la amistad, ni a la devoción o la filantropía; en concreto me refiero al romance, las parejas felices y todo aquello que nos hace suspirar, ruborizarnos y demás pendejada que se siente padre.

El amor ha inspirado al hombre desde sus albores, desde antes de conformarse como un ser cultural, ha producido desconcertantes obras artísticas, se han levantado y caído imperios por su causa y más importante aún, ha traído felicidad a incontables individuos insignificantes e intrascendentes en un mundo de miseria y desesperanza.

Mis opiniones previas al amor se basan en una frase que dogmaticé muy imaduramente, la cual dice, palabras más, palabras menos, así: "El amor es una mierda". Pero, ¿he acaso experimentado el amor siquiera? ¿es en verdad una mierda? ¿se puede puede tratar como algo unidimensional y absoluto? No, el amor como todo en el mundo, exceptuando las leyes matemáticas y físicas universales, es algo enteramente relativo, tan relativo que es difícil de explicar, al grado de que el Diccionario de la Lengua Española presenta al menos 14 definiciones y ninguna es realmente satisfactoria. Y ciertamente es casi imposible que alguien lo describa con claridad sin la necesidad de recurrir a figuras retóricas, sin llegar a describir fríos campos de penumbra iluminados por un abrazador destello de felicidad inexorable. Sobran las explicaciones científicas al respecto, pero la frialdad de la reproducción sexual, la preservación de la especie y la maquinaria bioquímica no dan el ancho para esclarecer el concepto.

Muchas personas, para ahorrarse la inasequible tarea de explicarlo, se remiten a sugerir la vía empírica al curioso que no ha amado, entonces es ahí donde las opiniones divergen y surge la frase "cada quien habla de como le fue en la feria", en ese sentido el amor cobra una naturaleza dual y entonces, además de ser ese sobrecogedor sentimiento que nos completa, nos alegra y da sentido a nuestra existencia, también es esa abrumadora aflicción que a lo largo de la historia ha cobrado las vidas de un sinnúmero de enamorados sin remedio. Y más allá de esa dualidad entre lo chido y lo culero, el amor se manifiesta de muchas maneras, tanto en el dolor como en la dicha en una sola experiencia.

La gente debate en ocasiones cuál es el amor verdadero, más al intentar consolar al afligido que se desmorona ya sea por la traición, la falsedad, el desentendimiento, el conflicto o el amor no correspondido respecto al ser amado. Ésta última forma de amor es probablemente, además de la más desgraciada, la más despreciada por los defensores el verdadero amor quienes afirman que el amor debe ser mutuo y correspondido. Bajo estos términos, la ferviente pasión, desenfreno y la efervescencia de emociones de la infatuación sin correspondencia, por más vida que infunda al alma, no tiene validez alguna y por extensión un servidor jamás ha amado.

Pero, ¿eso basta para deslegitimar tan insólita sensación? y en caso de así serlo ¿debe uno conformarse emocionalmente y "amar" al primer ser humano que se nos cruce?, ¿qué hay de aquellas tristes y patéticas parejas que permanecen juntos por el pavor a la soledad?, ¿qué hay con el "amor" basado enteramente en el sexo?, ¿aman acaso aquellas mujeres y hombres cuyas vidas se centran en coleccionar relaciones fútiles y falsas?, ¿no llenan un terrible vacío aquellos orgullosos y pedantes sementales promiscuos?, ¿realmente hace falta amar?.

A fin de cuentas no puedo argumentar que no es un sentimiento primordial o esencial, porque en efecto lo es, a nivel social, cultural, biológico y sobretodo emocional. Tampoco puedo afirmar con toda certeza que he amado con más intensidad que las parejas aparentemente "felices" que ve uno en las calles o el transporte público, porque es muy probable que cuando llegue el amor recíproco a mi vida, este amor verdadero, mi corazón explotará y en mi alma anonadada colisionarán aniquilándose millones de hadrones colapsando el universo conocido y entonces me tragaré mis palabras y el escribir todo esto habrá sido totalmente innecesario.

Los amo a todos.   : )

3 de mayo de 2012

Nadie agarra la onda.

Ésta gran nación se ha internado en una terrible oscuridad gobernada por la mentira, la muerte, el odio, el dolor y la desesperanza; y en la que están inmersas millones de almas en pena que disimulan y fingen aún estar vivas, fingen vivir en un mundo y un país de ensueño, cegados por el más reciente modelo de teléfono móvil o por la programación pendeja de alguna televisora local luciendo incautos las insignias de la estupidez y la mediocridad.

Como mansas reces de matadero marchan deprisa por la ciudad de un lado a otro, obedientes cada día abordan el transporte público, viajan en aquellos viejos y destartalados microbuses o recorren las galerías y las sombrías grutas debajo de la tierra empapados de sudor. Malhumorados y desganados se desempeñan en sus trabajos de 9 a 5 y malhumorados emprenden la huida cuando la farsa laboral termina, sólo para perpetuar el ciclo.

De vez en cuando la sombra que reina en sus vidas se vuelve evidente cuando ya ha sido demasiado, caen presas de la ira y como caníbales rabiosos se agreden por un lugar en esos vagones atestados, tan cotidiana e inofensiva esta agresión evoluciona hasta convertirse en brutales decapitaciones. El odio al prójimo se vuelve la norma, se abren profundas brechas y con ínfulas cada quién se proclama un ser supremo no merecido por los demás.

Este desdén por el bien ajeno se ha convertido, cínicamente, en una norma de vida, motivo de orgullo para el mexicano quien la aplica a diario lisonjeando su comportamiento, ya bien conocida es aquella cuasi-dogmática frase que no mencionaré, y es que el que ayuda a los demás, es amable y condescendiente es un vil pendejo, mientras que el ojete hijo de puta es un "chingón".

"Es que los mexicanos somos chingones"

Es esta "norma de vida", el chingar al prójimo, la que tiene desolada a esta tierra por la que muchos han muerto sin una lápida que los reconozca. Y es que la chinga no solo ha sido directa y con total descaro, también se le halla sistematizada con el fin de joder sin que nadie se de cuenta, ni siquiera el jodido y eso nos conduce a aquella infalible arma que emplea el hijo de puta: la ignorancia. Si bien es cierto que México está siendo azotado por la violencia y el abuso también la integridad intelectual de sus habitantes está siendo mermada.

Los medios de comunicación de una vía pasaron de ser una breve bendición a ser el verdugo de la razón y el libre albedrío; adormecidas las desesperanzadas ánimas que moran estas tierras contemplan el resplandor sin poder replicar aceptándolo todo, una generación tras otra, asumen verdades a medias, argumentos tendenciosos y complejas mentiras. Y es así que, con las mejores intenciones, llegan a preguntarse: "¿entonces cuál es la verdad?", este obvio fracaso en búsqueda de la verdad lleva a los más sensatos a tomar el pendón del nihilismo y refugiarse bajo la sombra del desinterés y la apatía. Y es que pareciera más placentero el cálido abrigo de la ignorancia que la capacidad de ver la realidad del mundo, tan intolerable se perfila esta realidad que es preferible mirar a otro lado e ignorar todo aquello.

Sea este oscurantismo de la razón involuntario o no, todo ello representa un peligro, no solo para el aletargado nihilista sino para la sociedad en la que está inmerso, incluidos aquellos no tan adormecidos. Esto nos lleva a las elecciones del próximo 1ro de Julio, un tema que muchos por hastío o por las razones antes mencionadas simplemente han decidido ignorar para continuar en el sueño Blackberry, y eso es en realidad algo muy absurdo; tan absurdo como ignorar el instinto de preservación en una situación que amenace tu vida, hasta el más triste de los suicidas se inmuta antes de lanzarse a las frías vías del tren; sólo la pereza intelectual ha logrado que la gente de este gran país no tenga interés alguno por su nación, su bienestar y su futuro. 

Y es que cómo culpar a esta pobre gente; entre la proyección de la película "La Cristiada" y el fútbol a la misma hora de los debates de los contendientes presidenciales, es difícil contemplar al kilométrico monstruo del neoliberalismo que se cierne hambriento sobre los incautos, un monstruo fuera de control que, como hiciera el viejo Cthulhu, enloquece a quién se atreva a mirarlo. Y no es que su titánica magnitud desafíe la comprensión humana, sino que su realidad acongoja a los corazones nobles porque va más allá de una pequeña comunidad, ciudad, estado o país; tiene tal alcance que su erradicación pareciera una causa perdida. Por otra parte algo tan siniestro puesto en marcha por algunos hombres ambiciosos no tiene por qué doblegar la voluntad de las mayorías, porque después de todo no se trata de una invencible deidad sobrenatural ideada por Lovecraft; es un asunto terrenal tan real que repercute en nuestras vidas diarias y es de nuestra total incumbencia. El miedo persiste, infundado o no; el miedo al cambio, a la incertidumbre, a la derrota, a la desaprobación, a la humillación, a la opresión e incluso a la muerte, pero irónicamente estamos inmersos en todo ello y más cobarde aún que ignorar la realidad es recriminar aquellos que luchan por cambiarla.

Esta foto está bien vergas:



10 de abril de 2012

"10 de Abril, debí traer un Televisor..."

El tema de hoy es "El tequila de exportación: mitos, realidades y su repercusión socioeconómica".

El Internet por algún motivo (en el cual ahondaré ut infra) asemeja a un clérigo que exorciza los demonios que moran las mentes de las personas aparentemente bellas y sensatas de este mundo esperanzador. Los expulsa y los "confina" en este mundo imaginario medido en megabytes por segundo del cual formamos parte cada vez más y más; he entrecomillado -confina- porque dentro de este mundo de locura vagan libremente sin vergüenza alguna. Desde sus albores a mediados de los años 90 podíamos ser testigos de esta marejada de aberración social en las salas de Latin Chat, donde bastaba tomar el papel de una joven e inocente ninfa para escuchar las más depravadas proposiciones jamás hechas, que ni siquiera podrían ser vociferadas por el violador en su coercitivo cortejo ofrecido a su victima.

Pero no sólo el monstruo sexual acecha detrás de unos y ceros; un espectro infernal aún más terrible se pavonea con descaro y orgullo, con el pecho inflado y una insoportable sonrisa que inspira frustración y rabia en el contemplador: el demonio de la ESTUPIDÉZ.

El mismo demonio que me hizo escribir estupidez con acento. ¡Oh, tremebundo ser de las tinieblas cibernéticas! ¡Que rondas por el ciberespacio con insolencia y declamas tu demencial dogma a cuanto ser seas capaz de llegar; invicto y omnipotente! ¡Eres el pregón sobrante, el evangelio que nadie anheló!

Y es que el Internet destruye nuestros miedos e inseguridades: permite al noble pederasta aproximarse al infante; da valor, confianza y hasta una pizca de romanticismo al tímido enamorado; hace del elector reprimido un partícipe entusiasta del sufragio anónimo; permite al silencioso pensador convertirse en un reconocido orador y líder de opinión y finalmente permite que el IMBÉCIL, libre de toda inhibición, predique todo tipo de estupideces y se dé a conocer como el IMBÉCIL que es, sin embargo, debo aclarar con aflicción, que se dará a conocer como un idiota solo ante una minoría, ya que la basta mayoría remanente es también adormecida y hostigada inadvertidamente por el cruel demonio; son también unos imbéciles.

¡Oh, irónico destino! ¿será acaso que yo he caído víctima de este otro leviatán? ¿el endriago del ego, la vanidad y el narcisismo? ¡NO, querido lector! ¡de verdad son unos estúpidos retrasados!

Todos los portales desbordan pendejada tras pendejada: Facebook, YouTube, Twitter, Tumblr, Blogger; páginas de noticias, páginas de series y peliculas online, artículos de opinión, innumerables foros... en fin, cualquier sitio donde cualquiera pueda comentar/expresarse, ¡caray! ¡hasta en la bandeja de entrada de uno!

Más peligroso que los romances por Internet, la pederastía online, el cyber-fraude y el cyber-bullying es LA ESTUPIDEZ en línea, que se propaga peor que Yersinia pestis en la Europa del siglo XIV.

¿Qué le depara a la humanidad? ¿un holocausto intelectual de proporciones medievales? ¿la pérdida absoluta de su más preciado don: el raciocinio? y ¿para qué preguntarte a tí? si eres sólo un imbécil.

3 de febrero de 2012

Pues nada.

Ésto me pasa cada lustro. Un día decido leer entradas antiguas en alguno de mis Blogs y caigo presa del descontento sobre mi manera de escribir, la falta de contenido y estructura, el sentido del humor chaquetero, los patrones ideológicos ahora no compatibles, la persona que veo reflejada entre párrafo y párrafo, etcétera.

Eventualmente borro todo a la verga sin remordimiento alguno. Siento vergüenza por lo que leo, pero no es una cuestión de autoestima empobrecida, sino de todo lo contrario: creo yo que es, a grandes rasgos, un acto de autocrítica/automejoramiento.

Sin embargo, más allá del semblante ruborizado por la pena se asoma cierta fascinación, ahí dos-tres ególatra; es como leer una muy mal redactada novela sobre uno mismo; tal vez en las entradas no hay detalles muy específicos sobre aquellos entonces, pero vaya que evocan recuerdos olvidados y vuelven casi tangibles ciertas sensaciones que me resultan difíciles de describir.

Gradualmente va comprobando uno que algunas cosas están mucho mejor sepultadas en el olvido y, por otro lado, conviene tener presentes otras tantas como recordatorio de que uno siempre puede cagarla.

Entre los temas expuestos destacaban: la decepción amorosa, "chistosadas" varias, temas de índole personal, patrañas ideológicas, etcétera.

Algo que me cagó y que hasta hace unos meses aún plasmaba en esta mamada fue el uso de léxico y ciertas expresiones ajenas a mi; que si bien están implementadas dentro de mi círculo social, en realidad no me satisface mucho verlas venir de mi y mucho menos escritas en algo que se supone, es personal; esto no va en el sentido de que me desagraden sino en el sentido que me parece una falta de "originalidad" de mi parte o una suerte de personalidad fabricada.... qué sé yo; probablemente así sea la norma cuando de vivir en sociedad se trata. Otro factor a considerar es que soy raro, mi desenvolvimiento social es sumamente excéntrico y un poquito disfuncional.

Sobre la intención de este "nuevo cyber-comienzo", no hay nada que decir, no pretendo hacer nada original ni tampoco busco darle una cierta dirección y contenido a esta madre porque siempre acabo escribiendo lo que se me pega la gana. Sólo espero escribir menos pendejadas y usar menos este Blog como medio de desahogo emocional.

Y ya.